Panzón,
Ya no tengo
nada que contarte, Diego. La distancia me tiene dormida en el pasado, mientras
tú vives, allá, en el futuro. Una hora de diferencia en nuestros relojes nos ha
hecho extraños. Y cuando tú estás cansado de vivir, yo me levanto de la siesta
o tengo hambre; y tú ya has comido la cena sin mí. A ratos me pregunto si en
esa burbuja del futuro tendrás un espejo con el reflejo de mi cara. O si todas esas mujeres que ahora te cocinan
te recuerdan en algo a mí: al olor de mis axilas en primavera, a las manzanas
verdes que comías de ellas.
Te saludo
desde el pasado. Con las mismas manos torpes que se han cansado de mi.
Tu paloma
No comments:
Post a Comment