un día tuve pesadillas
y si abría los ojos
tu diminuto cuerpo estaba junto al mío.
eramos tan pequeñas que quizás no recuerdas,
pero siempre que despertaba había una constante flotando en el aire:
tu olor al cítrico de la naranja en las sábanas,
mi temor a los espíritus de nuestros ancestros que dormían en las paredes,
esperando:
para castigar a nuestro padre.
y si abría los ojos
tu diminuto cuerpo estaba junto al mío.
eramos tan pequeñas que quizás no recuerdas,
pero siempre que despertaba había una constante flotando en el aire:
tu olor al cítrico de la naranja en las sábanas,
mi temor a los espíritus de nuestros ancestros que dormían en las paredes,
esperando:
para castigar a nuestro padre.
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